Blog de notas "La escribidora"
Un brainstorming pero a lo apatico.


domingo, febrero 11, 2007  

A propósito de zombies

Quería ponerme seria, y hablar de cosas profundas que rondan por mi cabeza, pero como siempre hablaré de lo que siempre hablo cuando me ocurre eso, de películas gore o de videojuegos gore. Ya hablé de películas, hoy videojuegos.

En mi familia soy la única aficionada a los videojuegos. Lo he dado a entender en varias ocasiones ¿no? Es más, en mi época más creativa comencé a hacer uno con un programita bastante fácil, y la verdad es que conseguí que mis personajes andaran y todo. Si algún día lo termino lo presentaré en sociedad. Creo recordar que trataba de un niño fantasma con complejos que vivía en un armario.

Resident Evil es mi saga favorita de videojuegos de Survival Horror. Bueno, en realidad es la única que me gusta. Sé que no está bien criticar algo que te gusta, pero criticar es divertido.

Resident Evil 1 – Sega Saturn

Cuando jugué por primera vez a Resident Evil 1 pensé “oh, que bien se ve, que perfecto”. Qué inocente era a finales de los noventa (quizás 1997) ¿Diez años ya? No es posible… Me lo compré para mi Sega Saturn. No recuerdo porque lo hice, qué me empujó a comprar el juego. No lo había visto anunciado ni nada. Creo que me gustó la araña gigante de la contraportada, pero no pondría la mano en el fuego.

El destino, el destino.

Juzgad el paso del tiempo

http://residentevil.planets.gamespy.com/gallery2/albums/ResidentEvil1/1_G.sized.jpg

Ese conjunto de cubitos que hay en el centro soy yo en mi versión macho man.

La alfombra está un poco levantada en algunas partes. Alguien podría tropezar.

La primera vez que jugué, no tenía ni idea de lo que tenía que hacer en la mansión, básicamente porque soy experta en saltarme las animaciones. Si es que soy una inquieta...

Bueno, una de las primeras cosas de las que me percaté en el juego era el mal doblaje. Los personajes estaban doblados en inglés y subtitulados en español. Pero que inglés… nunca había oído un acento tan cerrado. Es que me entraba hasta la risa, porque además los dobladores eran pésimos. Eso complicaba las cosas cuando se hablaban entre ellos y decían sus nombres, porque no les entendía y, además, repito que soy una inquieta y no presto atención, por lo tanto, nunca aprendí sus nombres, y nunca supe quien había desaparecido y ni siquiera como me llamaba yo.

Jill decía “where is Barry?”

Bueno, más bien decía

Weis bawe?”

Con una entonación dudosa.

Y entonces yo tenía que saber donde coño estaba Barry, y Wesker, y así hasta la eternidad. Porque se perdían joder. ¿Y porque se perdían? Yo qué se, la manía que tienen los personajes de películas y videojuegos a separarse, que así es más fácil ir matándolos de uno en uno. A ver, el juego tenía como principales enemigos a unos muertos vivientes lentos y patosos y a una planta con mala leche, y que yo recuerde el comando de las narices eran SEIS personas –o más, no se, nunca se las ve a todas juntas- cualificadas que formaban un cuerpo de élite o algo así. Pero no, deciden separarse.

Recuerdo que podía escoger entre ser hombre o mujer. La diferencia era, básicamente, que ser mujer te hace el juego más fácil y encima sabes tocar el Claro de Luna en el piano. Machista pero menos cansino que ser un Conan con escopeta. Qué yo sepa, siempre escogí ser Jill antes que Chris.

Eso no significa que Jill no estuviera hecha de cubos, lo estaba, pero eran más pequeños. Y para más inri, su look era cutre. Y además, su puntería era pésima. Bueno, mejor dicho, la mía. Es que era difícil, joder. Mira, aparece un zombie acercándose, con los brazos en alto y diciendo “uuuuuu”. Entonces tenías que cargar el arma y apuntar, pero era muy chungo. Tenías que apuntarle a él, y darle, y no gastar muchas balas, pero el punto de vista variaba constantemente, y en vez de tener delante al zombie, me tenia delante a mi y del zombie solo veía la espalda, y si me movía un poco, cambiaba el punto de vista y lo tenía en el lado opuesto. Entonces refunfuñaba y gemía desesperada “así no se puedeeee”. Lo mío, en resumen, parecía “el baile patético de la pistola”. Ahora la tía me apuntaba al techo, luego me a puntaba al suelo, luego se me giraba del todo y se me estampaba contra la puerta, y el zombie, lento pero seguro, iba acercándose “uuuuuu”, hasta que definitivamente se acercaba del todo y me comía el cuello, y entonces salía un cartel rojo diciéndome.

You are died

No me digas, gracias por avisarme, no me había dado cuenta.

Era un estrés, ese juego. Si por fortuna conseguías darle una vez con la pistola, tenías que dispararle unas diez veces. Entonces caía al suelo ¿pero estaba muerto? NO, solo estaba en el suelo. Sigue disparándole pero no te acerques o te agarrará por los pies ¡Qué persistentes son estos bichos! Al final, se te mueren (aunque luego desaparecen dejando un charco de sangre, así que supongo que resucitarían) y ¿qué habías hecho? Gastar toda tu munición, por lo que tenías que defenderte con el cuchillo, lo cual era más desesperanzador que la pistola, porque el 99% de las veces acuchillabas al aire, y de ellas, el 60% acuchillabas en dirección contraria al zombie (si a los mandos eres alguien tan patoso como yo).

Lo primero que tenías que hacer en el juego, era meterte en grupo – lo que quedaba del grupo- en el comedor principal, porque oías el grito de alguien. El caso es que tú te acercabas al comedor y se volvía todo negro menos las dos puertas de entrada. Entonces se abrían y entrabas y se volvían a cerrar y se volvía todo negro otra vez…

Eso me jodía del juego, que siempre que querías entrar en un cuarto era la misma cantinela siempre. Total, el 50% del tiempo invertido en el juego lo dedicabas a observar como se abrían y se cerraban las puertas. Claro que era peor cuando detrás de la puerta había zombies, porque es que te enterabas antes de verlos ¿cómo? Pues oyéndolos gemir y andando de aquí para allá con un sonido pringoso cuando acababas de cerrar la puerta y aún lo veías todo negro. Entonces sufrías.

¿Cuántos habrá? ¿uno? ¿dos?

A esas alturas del juego había encontrado otra técnica para acabar con los zombies.

No acabar con ellos.

Los esquivabas y una vez volvías a esa habitación en otra ocasión ¡ya no estaban! Claro que escapar de ellos era un arte, y normalmente yo en vez de esquivarlos solía chocar contra ellos. Entonces si no te mataban te herían un poco. Y ¿qué pasaba cuando te herían? Qué Jill se te quedaba coja y lenta, y no había nada que hacer. Bueno si, por algo recolectas plantas por toda la casa –hay plantitas en sus tiestos en rincones inverosímiles-. Se supone que te las comes, te las emplastas o yo que se, te las fumas, lo que sea, pero los personajes se ponen buenos.

Obviamente las plantas escasean.

¿Y que pasaba cuando querías salvar un juego? Pues que tenías que encontrar una save room. Se supone que las save room son lugares donde no pueden entrar los zombies, donde hay un baúl donde recoger o dejar cosas que te sobran, y donde hay una máquina de escribir donde puedes salvar el juego.

Suerte que por lo menos no tenías que encontrar tinta para recargar la máquina y así poder guardar –aunque seguramente a algún japonés sádico se le ocurrió alguna vez la idea…-

Resident Evil 1 tuvo un remake al que no he jugado pero que tiene muy buen aspecto, sobretodo Chris. Reconozcámoslo, hoy la ciencia avanza que es una barbaridad, que diría don Hilarión en la verbena de la Paloma.

Yo diría que el señor Chris tiene los píxeles muy bien puestos.

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Resident Evil 2 – Casa de una amiga

La Sega Saturn murió joven -¿duró un año o qué?- y se me acabaron los juegos. Solo me dio tiempo a comprarme tres. Por lo tanto, aparentemente Resident Evil se acabó para mí. Además, se me estropeó la consola y ni siquiera tenía ya Resident Evil 1. El caso es que una amiga alquiló Resident Evil 2.

Resident Evil 2 no tenía a cubitos como personajes. Ahora eran rectángulos. La verdad es que los gráficos no mejoraron demasiado. Eso si, era el doble de largo y el doble de complicado. Y no salían ni Jill ni Chris, ahora la protagonista era la hermana de Chris, una motera muy sosa, y la aventura no era en la mansión sino en un pueblo vecino repleto de zombies. En un momento dado, eres otro personaje, un tal Leon, que es un policía un rato romántico e inocente. En general, qué sosos eran los personajes de Resident Evil 2, y que mal vestían todos ¿Quién los diseñaba? ¿Por qué todos tenían el pelo castaño y liso y los ojos azules? ¿Y porqué Claire combinaba tan mal la ropa?

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El juego en sí no me apasionó demasiado, por lo tanto, paso de él.

Resident Evil 3 – PC

Si ya es difícil hacer funcionar a los personajes con joystick, no digo nada de hacerlo con el teclado. En este juego soy Jill otra vez, pero ahora ya no soy un conjunto de rectángulos, ahora parezco un ser humano y me paseo con top y minifalda por Zombie city. También llevo un jersey impolutamente blanco alrededor de la cintura, por si tengo frío, pero no me lo pongo en ningún momento, aún estando rodeada de zombies deseando pegarle un muerdo a toda mi carne fresca al aire.

http://www.computerwoorden.nl/woorden/wdb/gif/jillvalentine.jpg

Yo también he notado que solo ha hecho medio nudo al jersey.

http://upload.wikimedia.org/wikipedia/en/thumb/1/1a/Sienna1.png/200px-Sienna1.png

En la película Jill renuncia al jersey, porque sabe que en el mundo real los jerseys no se aguantan con solo medio nudo.

Se supone que la acción transcurre a la vez en Resident Evil 2 y Resident Evil 3, pero no se parecen en nada, Resident Evil 3 es mejor.

En el juego Jill tiene una pareja masculina, porque parece inconcebible no emparejar al protagonista con alguien del sexo contrario, que eso parece ya una novela de Agatha Christie, no hay asesinato sanguinario sin amor. El momio –por decir algo- de Jill es Carlos, que lo habéis adivinado, tiene el cabello castaño, pero el nombre no anglosajón no le da derecho a los ojos azules, los tiene castaños, castaños y castaños.

Ah, en el juego también sale Marlon Brando cuando se dio un descanso a mitad de rodaje de El Baile de los Malditos, porque está igual igual.

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En Resident Evil 3 te sigues paseando por una Raccoon asediada y deprimente, aunque si queréis que os sea sincera, no parece una ciudad que antes del problema con los zombies fuera muy alegre. En realidad, todo son callejones lúgubres y grises y puertas de hierro.

A pesar de ello, os recomiendo los Resident Evil impares.

Lo digo después de un riguroso y meditado estudio.

Resident Evil 4

El fatídico número par.

Este review va a ser más largo porque ¿queréis que os diga algo? Este juego transcurre en los Pirineos españoles. Bueno, mejor dicho, en la España que los japoneses tienen en la cabeza. Es decir, más o menos en la Edad Media con pinceladas de western, puesto que el pueblo, en realidad, se parece más a La ciudad sin Nombre que… pongamos el Valle de Aran, por poner un ejemplo-.

Siempre que aparece España en un videojuego o película hay que sufrir. Los estereotipos nos apuñalan sin compasión.

Se supone que la acción transcurre en una zona perdida de los Pirineos donde las mujeres aún no saben de la existencia de los pantalones y donde en pleno 2004 aún no ha llegado el euro. El protagonista del juego compra armas en pesetas, lo que no sabemos es si al vendedor ambulante realmente le sale a cuenta pegarse viajes al Banco de España más cercano cada vez que realiza una venta para cambiar las pesetas a euros… ¡Pero qué demonios! dejémoslo en que los japoneses ignoran que estamos en la Unión Europea.
Volviendo al tema, también hay un palacio de reminiscencias barrocas –si, en los Pirineos-. No se que hace allí. Excentricidades japonesas.

En realidad, los japoneses nos quieren mucho, si no de qué existiría un parque temático en Japón dedicado enteramente a España, con montañas rusas llamadas Montserrat incluidas.

Cómo no quererlos, tan entusiastas son.

También agradecemos que en la primera incursión europea de Resident Evil hayan elegido a España. Mucha, mucha ilusión que no hubieran recurrido a las inefables Gran Bretaña y Francia. Nos sentimos honrados que hayan considerado a España digna de acoger a zombies.

Bueno, en realidad en Resident Evil 4 no salen zombies, es uno de los fallos.

Vuelvo al tema.

No es la primera vez que se usan los Pirineos –o España, en general- para describir un lugar pobre, desolado y hostil. Aún estoy riéndome de la prisión andorrana del Código da Vinci. Yo no se que fascinación extraña tiene la región, algo así como los Cárpatos de occidente, cuando en realidad son montañas adorablemente pequeñas y razonablemente accesibles, con cristalinos riachuelos, encrespados valles y, sobretodo, pueblos anfibios, o sea, pantanos.

Aún entiendo menos que no se nos haya asignado un Drácula local, visto el tirón lúgubre que tiene la zona. Y yo que me paseo por pueblos bucólicos repletos de geranios, soleados y verdes valles, iglesias románicas y coches de lujo…

Sigamos. En este juego soy Leon, el ñoño de Resident Evil 2. Ya no tengo el pelo castaño, ahora lo tengo rubio y estoy cachas, y soy duro, y tengo que rescatar a la hija rubia y tonta del presidente –no especifica qué presidente ¿es necesario hacerlo?-. Por alguna razón, estoy solo, sin ayuda, sin grupo de elite.

El malo se llama Bítores –por alguna razón, su apellido no es Vítores, pero ¿acaso el castellano se usa correctamente fuera de nuestras fronteras?- y allí nadie habla castellano –y menos catalán, vasco, aragonés o aranés-, en los Pirineos se habla mexicano, como es lo normal, vamos. No vamos a extrañarnos a estas alturas de algo que ha ocurrido toda la vida en películas y juegos extranjeros. En vez de gritar “matadlo coño” allí todos gritan “mátenlo”.

Otro sujeto de risa, el personaje español llamado Luís Sera, una especie de híbrido de Johnny Depp sioux con Johnny Depp pirata. No se donde compra la ropa Luís, quizás en un parque temático de "El zorro", pero sus blusas son vaporosas cual corsario de película de Hollywood de los años cuarenta y el tópico nos apuñala cruelmente en forma de chaleco, probablemente robado a Alí Babá en un momento de despiste.

Por lo menos el muchacho no lleva un apellido rocambolesco, como pueden ser los tópicos y monolíticos Bítores o Salazar –qué este último es un clásico ya entre los malos ibéricos-.

Aquí, el representante de nuestro país en el juego.

http://content.answers.com/main/content/wp/en/thumb/3/3f/200px-Luis_Sera.jpg

Éste tampoco tiene los ojos azules, obviamente, y lleva muchos, muchos anillos, un ancho cinturón de cuero y sonrisa burlona. Tampoco parece muy limpio, por lo menos, no es tan pulcro como el protagonista, un americano apellidado Kennedy con un cabello en perfectas condiciones durante todo el juego.

Aunque no se yo si apellidarse Kennedy en un survival horror es buena idea.

En un momento dado, aparece una femme fatale llevando tacones de vértigo y un vestido chino rojo ceñido con el que se le ve toda la pierna cuando da sus graciosas volteretas a cámara lenta. Por lo que se ve, apareció en Resident Evil 2 y tuvo un romance con ñoñoLeon –y yo sin enterarme, oyes- y se supone qué se murió y yo tengo que asombrarme que ESTÉ VIVA –sobretodo en una saga que trata de virus y mutantes y muertos vivientes-. Pero lo dicho, que no me acordaba de la pobrecilla –probablemente murió en una animación-. Es la primera Mary-Sue de Resident Evil, la Trinity de Matrix pero con raja en la falda, la misterious woman. Es mala pero claro, en el fondo es buena y todo eso y hay amor, o por lo menos eso parece, pero ya sabéis, yo no lo veré porque las animaciones siempre me las salto.

posted by Laia | | 7:12 p. m.
Buster Keaton ^^
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